Una de las cosas que nos llama la atención cuando viajamos al extranjero es la ausencia de persianas, por el contrario en prácticamente la totalidad de los hogares españoles las ventanas tienen algún tipo de persiana, ya sea de las tradicionales o de las de cajón. Esto se debe fundamentalmente a que las persianas principalmente son utilizadas en los países más cálidos y luminosos.
Además, los habitantes de los países nórdicos tienen costumbre de comenzar el día antes que los españoles, por lo que se levantan cuando el cielo aún está oscuro. Una oscuridad que en invierno aparece antes que en España, por lo que es preferible aprovechar la luz del sol en todo momento.
También hay una explicación sociológica y es que si bien es cierto que el carácter abierto del español es uno de los factores que más le caracterizan, somos muy celosos de nuestra intimidad... y “las persianas desconectan nuestras casas del exterior.”
Aunque hay gran variedad de persianas: venecianas, alicantinas…a día de hoy las persianas enrollables con cajón son el sistema más extendido, entre otras cosas porque son un excelente sistema de control lumínico, que permite conseguir una oscuridad total durante la noche, y casi total durante el día, lo cual favorece el descanso. Además sirven de protección solar al evitar la entrada de radiación solar no deseada.
Gracias a la domótica una gran parte de las persianas motorizadas, o también llamadas inteligentes, incluyen un programador automático mediante el cual podemos decidir en qué horas se abrirán y cerrarán, e, incluso, pueden incorporar sensores solares con el fin de ahorrar energía. Es un paso simple que implica alta tecnología y un gran ahorro energético, y que marca el futuro de los cerramientos.
Por contra, el principal inconveniente es que son un punto débil de la envolvente térmica, es decir son lo que se conoce como ‘puente térmico’. El cajón de la ventana está lleno de aire a temperatura exterior, y se convierte siempre en uno de los puentes térmicos más importantes de una vivienda, lo que se traduce en una pérdida de energía y disminución de la eficiencia energética de la misma. Sin embargo este aspecto se puede corregir, en cierta manera, con la colocación de sistemas compactos, aquí el cajón de la persiana se coloca – en fábrica – justo encima de la ventana formando una única unidad compacta.
Otra opción muy extendida en España, sobre todo en algunas zonas, es el uso de contraventanas, las cuales además de permitir el oscurecimiento total, aportan un valor estético a la vivienda. Aunque hay de muchos tipos: de celosía, ciegas… las más famosas son las mallorquinas (típicas de la isla). Las más recomendables son las de láminas móviles que permiten regular la luz en función de nuestras necesidades.
Aunque , tradicionalmente, eran de madera actualmente se utilizan otros materiales, como el PVC que permanecen inalterables al paso del tiempo, sin necesidad de mantenimiento y sus acabados, tanto en madera como en color, permanecen constantes ante la acción del sol, del salitre y los rayos ultravioletas.
Por último, nuestra recomendación es que tanto si eliges persianas o contraventanas, siempre que sea posible opta por la instalación exterior, pues protegerán mucho mejor tu hogar.