La carpintería de PVC tiene una vida media de 50 años, clasificándose el material como de “periodo de vida largo”. La carpintería de PVC cumple la norma de construcción ISO 14000 medioambiental. No cabe duda de que la vida útil de las ventanas de PVC es mucho más larga que la de cualquier otro tipo de ventanas. Y cuando las ventanas de PVC llegan al final de esa vida útil pueden ser fácilmente recicladas para así utilizarse tanto en la fabricación de nuevas ventanas como en diversas aplicaciones que pueden variar desde un simple jersey hasta un suelo vinílico de alta resistencia.
Esta reutilización está estrictamente controlada por la regulación que garantiza la calidad del PVC reciclado y la calidad de los perfiles fabricados con este material. El cumplimiento de este reglamento se materializa por la normativa NF en el marcado de perfiles VEKA.
Las recogidas, tanto de ventanas viejas como los sobrantes de fabricación, son realizadas por las mismas empresas extrusoras que sirven los perfiles. En el caso de VEKA desde 1993 ha sido precursor en el desarrollo de procesos de reciclado de carpintería de PVC, convirtiéndose así en la primera empresa del sector con instalaciones propias para la recuperación integral y ecológica de la ventana de PVC en su etapa de post consumo.
También existen empresas de reciclaje certificadas en España que se encargan de recoger estos recortes.
A grandes rasgos, los tres principales pasos del reciclaje de las ventanas de pvc son:
- Recolección de desperdicios de PVC en la etapa de fabricación de los perfiles, así como al final de la vida útil del perfil en ventana
- Clasificación de todos los componentes de la ventana (perfiles de PVC, juntas, herrajes, etc.)
- Producción de PVC reciclado granceado de alta calidad, sometido a un control exhaustivo durante todo el proceso de reciclaje.
El PVC reciclado vuelve a ser utilizado, ya sea en la producción de nuevos perfiles u otros productos, sin pérdida alguna de sus características físicas.