El frío del invierno no es excusa para no ventilar nuestro hogar, es más, debemos cumplir diariamente con este gesto porque a los contaminantes habituales de una casa (ambientadores, productos de limpieza, electricidad estática, humo...) se suma la condensación de CO2, la calefacción y la humedad.
Los expertos dicen que en el interior de las viviendas se acumulan más contaminantes que en el exterior, por eso, y sin descender mucho la temperatura, debemos purificar el aire. Para una correcta ventilación debemos realizar tres pequeños pasos:
· Abrir las ventanas por la mañana
Lo primero a tener en cuenta es escoger el mejor momento para ventilar. La mañana es la hora perfecta del día para airear la casa porque suele ser el momento más cálido y en el que menos se notará el descenso de temperatura. Además, , queda el resto del día para aumentar la temperatura de tu hogar.
· Cinco minutos serán suficientes
Será suficiente con que tus ventanas estén abiertas entre cinco y diez minutos. No solo lograrás purificar el aire de las estancias, sino que apenas lo apreciará el termostato.
· Habitación por habitación
Hay quienes optan por abrir de par en par todas las estancias para generar corriente (pasarás más frío), sin embargo será más efectivo si lo haces habitación por habitación. Sube bien las persianas, abre la ventana de par en par y cierra la puerta.
Abrir las ventanas para airear nuestra casa es un hábito muy positivo para mantener una buena salud. El aire de los espacios debe renovarse para que continúe siendo respirable y beneficioso para el organismo.